El acné es una afección cutánea muy común que se produce cuando los folículos pilosos de la piel se obstruyen con sebo y células muertas, lo que puede provocar la aparición de comedones (puntos negros y espinillas), así como de lesiones inflamatorias como granos. Es importante destacar que la aparición del acné es multifactorial y puede estar relacionada con la producción excesiva de sebo, la obstrucción de los folículos pilosos, la colonización bacteriana y la respuesta inflamatoria.
Además, existen otros factores que pueden potenciar la aparición de granos o comedones como la genética, el estrés, los cambios hormonales y una rutina de belleza no adecuada.
Por lo tanto, si deseas prevenir o tratar el acné, es esencial que consultes a un experto en el cuidado de la piel, ya que ellos te brindarán la información y los productos adecuados para controlar la producción de sebo, eliminar las células muertas y prevenir la obstrucción de los folículos pilosos, así como para controlar la colonización bacteriana y reducir la inflamación.
Si estás luchando contra el acné, es importante que sepas qué NO debes hacer para cuidar tu piel. A continuación, te contamos algunos de los errores más comunes:
No hidratar la piel lo suficiente: Aunque tu piel sea grasa, no significa que no necesite hidratación. De hecho, si no la hidratas adecuadamente, puedes provocar un efecto rebote en el que la piel se vuelva más grasa. Busca texturas y fórmulas que se adapten a tu tipo de piel, como las texturas en gel.
Presionar los granos: Por muy tentador que sea, es importante que evites tocar tus granos. Nuestras manos están llenas de bacterias que pueden empeorar el estado natural del acné y provocar más imperfecciones.
Evita los cosméticos que aportan grasa: Asegúrate de elegir productos que se adapten a tu piel y no la perjudiquen. Una rutina con cosméticos no comedogénicos y libres de aceites minerales te ayudará a controlar el acné.
Utilizar más cosméticos de los que deberías: Recuerda que para cuidar tu piel, el "menos es más". Las pieles grasas con tendencia acneica necesitan una limpieza suave que no dañe la barrera protectora de la piel.
Si quieres cuidar tu piel y reducir la aparición de granos, es importante que elijas los cosméticos adecuados. En este caso, te recomendamos buscar productos no comedogénicos, es decir, aquellos que no favorecen la aparición de granos e imperfecciones en la piel.
Para establecer una rutina de cuidado de la piel, te recomendamos seguir unos sencillos pasos. En primer lugar, limpia tu piel en profundidad con un limpiador purificante. Después, equilibra la producción de sebo y matifica tu piel con una crema hidratante. Si tienes granos puntuales, aplica un corrector secante sobre ellos. Además, no olvides proteger muy bien tu piel del sol con un fotoprotector de alto factor SPF. Esto te ayudará a prevenir las manchas causadas por las imperfecciones.
Por supuesto, es importante que no te olvides de visitar al dermatólogo y llevar un seguimiento de tu piel. De esta manera, aprenderás más sobre tu tipo de piel y cuál es el mejor camino para decirle adiós al acné.
Por último, intenta bajar tus niveles de estrés. Ten en cuenta que el estrés provoca un aumento de secreción sebácea que puede provocar la aparición de granos. Si logras controlar tu estrés, estarás dando un paso importante hacia una piel más sana y libre de imperfecciones.
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