Constantemente escuchamos opiniones encontradas acerca de si tenemos que explotar una ampolla. Por lo general, una ampolla es inofensiva y podemos dejarla estar en paz hasta que por sí sola desaparezca. Tenemos el ejemplo del Camino de Santiago, que parece un criadero de ampollas y donde los peregrinos no van a parar un día porque les haya salido una ampolla. En ese caso recomendamos explolarla.
Pero, ¿cómo?
-No debemos explotarla a lo bruto y sin control, ya que nos podemos hacer más daño que el que pretendemos evitarnos.
-No retirar la piel que quede alrededor.
-Y, muy importante, no utilizar el mismo calzado que nos causó la ampolla hasta que esta se cure.
En caso de explotarla, ¿cómo curamos la ampolla? -En primer lugar, lavaremos la zona con agua y jabón. -Desinfectamos la herida con el desinfectante que más a mano tengamos. -Pincharemos la ampolla con una aguja esterilizada para vaciar su contenido. -Volveremos a desinfectar la zona. -Y, por último, aplicaremos un apósito para favorecer la cicatrización.
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